E
stos días se cumplen veinticinco años desde que
un grupo de aficionados a la cría de caballos unie-
ron sus esfuerzos para la creación de una asociación ga-
nadera, que sería la encargada de impulsar la raza de ca-
ballos Anglo-árabes Españoles y organizar los aspectos
de gestión de la raza, asumiendo algunas de las funciones
que hasta entonces tenía encomendadas el Ministerio de
Defensa a través del Servicio de Cría Caballar, por delega-
ción del Ministerio de Agricultura. Es un buen momento,
creemos, para hacer balance y principalmente recordar,
dejando testimonio escrito, lo que ha sido esta etapa, y
que sirva de homenaje a aquellas personas que han cola-
borado de manera desinteresada en que aquel proyecto
que naciera en 1994 se haya convertido en una de las
asociaciones de criadores de caballos con mayor inciden-
cia en el panorama ganadero equino español.
Para abordar este repaso histórico podríamos hacerlo
de manera cronológica y probablemente acertaríamos
para muchos, convirtiendo este reportaje en una suma de
vivencias enlazadas que han ido conformando esta gran
familia que hoy es AECCAá, pero hemos creído que será
más práctico y útil como instrumento de conocimiento,
archivo y consulta, construir este repaso histórico agru-
pando por materias el contenido.
AECCAá inició su andadura en 1995, y para situar las
circunstancias y contexto en el cual se hizo diremos que
este fue un año en que, por ejemplo, acontecía lo siguien-
te: Guerra en Bosnia; Austria, Finlandia y Suecia deciden
incorporarse a la Unión Europea; Rusia bombardea Che-
chenia; Arancha Sánchez Vicario, nº 1 de la ATP; se inau-
gura Port Aventura en Tarragona; en Colombia caen los
hermanos Orejuela, narcotraficantes del Cártel de Cali; se
crea el navegador Explorer en Internet; en Quebec, Cana-
dá, el NO gana en el referéndum por la independencia; se
inaugura el metro de Bilbao; El Corte Inglés compra Gale-
rías Preciados; se acuerda la creación del Euro; Miguel In-
duráin gana su 5º Tour; el conjunto Dire Straits se disuel-
ve; y, por terminar el repaso de acontecimientos, en este
año se estrenan las películas Los Puentes de Madison,
Pocahontas, Power Rangers, Braveheart... y con la vida
de William Wallace, interpretada por Mel Gibson -Oscar
en 1995-, de fondo en nuestra memoria, consideramos
momento propicio para entrevistar a nuestro Presidente,
ahora de Honor, Antonio Campos Peña.
ANTONIO CAMPOS PEÑA
¿Cuál fue el primer comentario, de quién y de dónde
surgió la idea de crear AECCAá?
Fue una convocatoria que hizo el Servicio de Cría Caba-
llar en el año 1995 a los ganaderos de Anglo-árabes. Nos
invitaron a una reunión en Las Turquillas, porque ante-
riormente se había constituido la Confederación Interna-
cional del Anglo-árabe (CIAA), y consideraron que tenían
que comunicarnos a nosotros la creación de este organis-
mo, y recomendaron a los presentes que constituyéra-
mos una asociación de ganaderos de la raza.
¿Con qué periodicidad se reunían y dónde?
Las reuniones eran mayoritariamente en Las Turquillas
(Écija), se nombró una junta directiva y aproximadamente
cada dos semanas nos reuníamos por la tarde después
del trabajo con gran ilusión. Fue motivo de conocer a per-
sonas con las que no habíamos contactado nunca. Re-
cuerdo que el aglutinador principal era el jefe de la Ye-
guada Militar, Carlos Marín, y su equipo.
Cría caballar y la administración en general, ¿se con-
virtieron en sus aliados?
El personal de Cría Caballar, en general, siempre fueron
nuestros aliados y colaboradores. Es justo destacar la fi-
gura del general Alonso Aguirre, quien no dudó en asistir
a nuestra primera reunión de la CIAA en la Yeguada Mili-
tar de Pompadour (Francia). Vino de uniforme, lo que lla-
mó positivamente la atención a los franceses, se lo agra-
deceré siempre. Asistió también el coronel Basail, res-
ponsable del Servicio Técnico de Cría Caballar de aquella
época, y el entonces teniente Coronel Marín como jefe de
la Yeguada Militar de Écija.
En aquella reunión se solicitó a la CIAA que se recono-
ciera nuestro
stud book
, cuyo primer tomo se publicó en
1884.
Aproximadamente un mes más tarde la Confederación
envió a dos delegados, uno de Francia y otro de Italia, pa-
ra inspeccionar y verificar el cumplimiento de la normati-
va internacional de nuestro Libro Genealógico. Los recibi-
mos en Madrid el coronel Sánchez Malo, que era el Jefe
del Registro Matrícula del Servicio de Cría Caballar, y yo.
Estudiaron con todo detalle nuestros Libros e incluso pi-
dieron los registros de los años 36 al 39 inclusive, que-
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El Coronel Marín fue el primer anfitrión del embrión de
nuestra Asociación y ha seguido colaborando en años
sucesivos.