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cen los síntomas definitivos puede ser tarde para te-
ner éxito con el tratamiento.
El diagnóstico temprano es entonces importantísi-
mo, y habrá que elegir el mejor y más rápido de los
métodos de diagnóstico. La serología o el PCR son
más lentos y no se corresponden demasiado bien
con la gravedad del proceso.
El mejor y más fiable de los diagnósticos es con ul-
trasonografía o ecografía. Nada invasivo, súper rápido
y muy fiable. También nos puede servir la radiología:
los nódulos o abscesos también pueden identificarse
con rayos X.
Si tenemos un problema epidémico o con una inci-
dencia importante, es vital realizar controles ecográfi-
cos del tórax de los potros y tratar a los animales con
abscesos o nódulos de más de 1 mm. Independien-
temente de si presentan sintomatología leve o no la
presenten.
El tratamiento con los antibióticos usuales tales co-
mo las penicilinas, sulfonamidas, cefalosporinas, te-
traciclinas, etc., no es efectivo. Normalmente se ha
tratado con eritromicina y rifampicina, que ha sido du-
rante muchos años el tratamiento de elección, aun-
que actualmente se utilizan otros como la azitromici-
na y la tulatromicina, que son eficaces y su manejo es
más sencillo.
Joan Rosselló Vallés
Licenciado en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza.
Veterinario clínico equino ambulante.
Profesor asociado de medicina equina
en la Universitat de Lleida.
Especialista equino CertEspCEq
Imagen radiográfica de
un pulmón de un potro
con presencia de múlti-
ples nódulos correspon-
dientes a abscesos por
Rhodococcus equi
Imagen ecográfica
ampliada de un absceso
pulmonar por
Rhodococcus equi.