ello su mejor recuperación; el multitudinario equipo
de Raid también vino a vernos participar y sufrimos
junto a ellos el fatal desenlace de su prueba, com-
probando de primera mano que son, efectivamente,
los mejores del mundo... y así todos juntos creamos
un impresionante ambiente que solo puede vivirse en
unos JEM.
En cuanto a los resultados obtenidos, debo decir
que nuestro equipo hizo un buen papel al margen de
la mala suerte que asaltó al pobre Gonzalo con la le-
sión de su caballo. Los cuatro restantes hicimos ex-
celentes recorridos de cross (a mí me felicitaron ami-
gos desde Alemania, Australia, Francia y, por supues-
to, España -gracias a la retransmisión de Eurosport-)
y más que dignos recorridos de pista; si bien debe-
mos seguir mejorando como nota general en la prue-
ba de Doma, lo cierto es que somos competitivos y
hemos mejorado exponencialmente. Por ello, pese a
no haber conseguido esta vez la plaza olímpica, creo
que podemos lograrlo el año que viene en el Cam-
peonato de Europa, donde espero que el equipo es-
pañol de CCE consiga, por fin, el premio que merece
por su calidad indiscutible y destacados resultados (a
pesar de contar con la milésima parte de medios que
otros contrincantes).
Personalmente, ya tengo decidido el sitio donde
pienso tatuarme los anillos cuando vuelva de Tokyo...
así que seguiré luchando por conseguir participar del
sueño olímpico.
Albert Hermoso: “La decisión final de no ponerme
en el equipo no me afectó negativamente”
La verdad es que la experiencia de los WEG para mí
ha sido positiva, porque, aunque es fácil quejarse y
decir que la organización dejó mucho que desear, lo
importante es que los caballos estuvieron muy bien
en todo el tiempo que permanecieron allí.
Las instalaciones eran adecuadas y, a nivel perso-
nal, estoy muy satisfecho del trabajo con los entrena-
dores y también muy satisfecho con mi caballo. Me
hubiera gustado saltar un poco mejor en la pista, pero
de las dos pruebas estoy muy contento.
También estoy muy satisfecho con nuestra actua-
ción, y estar en estos sitios es donde realmente se
aprende y donde un jinete quiere estar y siempre es
un lujo poder competir a este nivel. Quienes conocen
de verdad el mundo actual del Concurso Completo de
Equitación saben que es así.
La decisión final de no ponerme en el equipo no me
afectó negativamente, en cierta manera me pareció
bien e intenté apoyar en todo momento. En definitiva,
siempre los entrenadores y el cuerpo técnico son los
que tienen la última palabra y nosotros los jinetes nos
toca aceptarla y me pareció bien. Ellos probablemen-
te tengan una visión más objetiva.
Carlos Díaz: “Iba bien en el tiempo y en el llano em-
pecé a darle, darle, darle...
Todo empieza con un viaje bastante largo, desde
Chiclana que salimos un viernes hasta que llegamos
a Tryon el martes por la tarde, claro yo... cuando hay
un viaje tan largo, me preocupo, porque son tantas
horas, pensaba que el caballo llegaría algo deshidra-
tado, delgado... Después estuvo 48 horas de cuaren-
tena allí, con mucho calor, sin poder salir, sin tener la
atención adecuada, o al menos la que yo creo que de-
ben de tener.
A pesar de todo, el caballo no estaba tan mal.
Cuando llegó, estaba más o menos bien de peso, de
todas formas nosotros lo hidratamos con suero, con
la ayuda del veterinario, y se recuperó. Las cuadras
definitivas estaban bien, ya que tenían aire acondicio-
nado. Estaba muy fresquito, muy bien, la verdad.
María Pinedo con “Carriem Van
Colen Z”, hijo de la yegua A-á
“Sexy Vergoignan”, superando la
banqueta de salida del agua.