E U R O P E O D E COMP L E TO 2 0 1 4
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Dentro de las actividades organizadas por los Bleekman, estaba la asistencia
a concursos, unas veces a pie como el de Aston-Le-Walls, donde nuestros jó-
venes coincidieron con jinetes de la talla de William Fox Pit, y otras veces a
caballo participando en concursos de Salto que tan frecuentes son los fines
de semana en cualquier pueblo inglés. Incluso ganaron algunas pruebas. Otro
día acudieron al más maravilloso campo de cross para entrenar que hubiesen
visto jamás: banquetas, agua, subidas, bajadas, estrechos, combinaciones,
pudieron preparar lo que más acusaban sus caballos porque tenían todas las
posibilidades. Aquello fue un gran dia.
Cada 5 o 6 días entrenaban el fondo en una pista de galope en cuesta, de
aproximadamente 1 Km., la cual subían galopando a buena velocidad y baja-
ban al paso y al trote. Estaba cerca de Whorridge Farm, la finca de los
Bleekman, y se llegaba en camión discurriendo por unas carreteras estrechas
y espectaculares por la frondosidad de la vegetación. Nunca había pereza
por coger el camión. La misma diligencia para un recorrido de 10 Km. que de
350 Km., concursar y volver por la noche a casa.
También tuvieron que buscar tiempo para sacar adelante su orgánica. Segu-
ramente no estaban acostumbrados pero, aunque solo fuera por eso, claro
que echaban de menos a sus familias. Se pactó que las cenas las prepararía
una noche cada familia, es decir, una noche los Bleekman y otra los españo-
les. Los comensales eran de 14 a 16, según el día, y aquello creaba cierta
ansiedad en nuestro grupo cuando se acercaba la hora, pero siempre se re-
solvió con dignidad (gracias, sobre todo, al aceite de oliva y a las nuevas
tecnologías como el
salvador...).
Impresionante mujer Clissy Bleekman. Siempre dispuesta a ayudar. Pendiente
de sus alumnos y al máximo de los caballos. Aquí la vemos atendiendo rápi-
damente a los que acababan de terminar el canter de galope en la pista de
entrenamiento, duchándolos con agua del camión antes de volver a casa.
Siempre atenta a cualquier incidencia, detectó enseguida un pequeño corte
que se hizo en la caña “Sea Romani” y se pudo empezar a curarla con venda-
jes rápidamente. Otro de los aprendizajes de los chavales: ¡Cómo cuidan los
caballos y qué destreza realizando las labores culturales alrededor de ellos!
La mayoría de las clases fueron en Whorridge Farm. Por supuesto siempre en
inglés. Los que estaban más duchos, ayudaban a los menos sueltos con el
idioma, pero al final ya casi no hacía falta. Allí tienen una buena extensión
de terreno verde para practicar doma, un buen juego de saltos y algunos
obstáculos de cross, con lo que el entrenamiento diario era muy fácil. Las
clases también las asistía Althea, que como decía Fernando Oliva es muy
buena profesora. La imagen es del último día, antes de partir para Bishop
Burton. Vemos entrenando con ellos a Janou, la menor de los Bleekman, que
acudía al Europeo con el equipo holandés ya que corren por esa bandera al
ser la nacionalidad de su padre.
Ya en Bishop Burton, tras pasar el reconocimiento veterinario, lo más diverti-
do del concurso es el desfile de apertura. Los jóvenes, con la ilusión y la
emoción de saberse allí, representando a su país y en un ambiente extraordi-
nario, jovial y alegre, compartiendo vivencias con tantos deportistas de su
misma edad pero de tan diferentes países, viven una experiencia que no ol-
vidarán. Los aficionados españoles supieron estar a la altura y animaban sin
parar. En la imagen, Santiago Centenera a la cabeza, como jefe de equipo.
“Source de la Faye”: la representante Anglo-árabe del equipo y la yegua que
mejor resultado obtuvo de los nuestros. “Source” se ha formado en los Ciclos
de Caballos Jóvenes de Completo que organiza AECCAá, bajo la monta de
Carlos Díaz. Fue ganadora a los tres años de las PSJR y de la final de los Ci-
clos a seis y siete años. Actualmente corriendo con éxito a nivel dos estrellas
internacional, el proximo año dará el salto a tres estrellas. Ya es madre de
un potro por “Ultra de Rohuet” por transferencia embrionaria, misma técni-
ca que se utilizará éste año tras inseminarla de “Contendro I”.
Muchos han sido los obstáculos que han tenido que sortear los padres para
preparar este staff tan definitivo en la formación de los jinetes. En la ima-
gen Aurelio Tagua, salvando una valla para proseguir la inspección del cross.
Aurelio se ha encargado del exitoso transporte de los caballos del equipo du-
rante todo el periplo, y siempre con su eslogan a cuestas: “Cero pereza, ce-
ro tristeza, carita contenta”. Y no solo eso. También es el autor de las sober-
bias lentejas que recordarán para siempre en Whorridge Farm... Este hombre
parece Anglo-árabe: Tiene clase...