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>>>“Se trata de un deporte de contacto que requiere el
enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre los binomios que
participan en un partido”
ferenciar lógicamente entre los caballos
de iniciación, o para la práctica amateur,
de los caballos de competición.
Para la práctica amateur, necesitaremos
fundamentalmente que el caballo no sea
muy alto, entre 1,60 y 1,68 m. cuando ha-
blamos de jugadores adultos, para facili-
tar la recogida de la pelota, con cierta
capacidad de respuesta y de cambio de
ritmo, resistencia y que no se asuste de la
pelota o de sus compañeros de equipo y
contrincantes en un partido. Cuando ha-
blamos de empezar a practicar y desarro-
llar la disciplina desde cero en un centro
ecuestre, no es demasiado complicado
empezar a jugar con caballos de tanda,
que suelen estar acostumbrados a traba-
jar en grupo y no suelen ser asustadizos.
Otra cosa es cuando hablamos de com-
petición. Aunque no podemos afirmar que
una determinada raza equina sea la más
adecuada para la práctica del Horseball,
sí es cierto que las propias peculiaridades
de este deporte implican una mayor ido-
neidad de algunas razas.
Se trata de un deporte de contacto,
que requiere el enfrentamiento cuerpo a
cuerpo entre los binomios que participan
en un partido, que por otra parte tiene
una duración breve pero con una activi-
dad de alta intensidad, lo que hace nece-
sario que nuestros caballos sean fuertes,
corpulentos y resistentes, pero no muy al-
tos ya que no olvidemos que los jugadores
tienen que ser capaces de recoger la pe-
lota del suelo a gran velocidad.
Los rápidos movimientos en las jugadas,
la necesidad de reacciones rápidas, las
cortas distancias que se manejan y los
continuos cambios de ritmo, hacen nece-
sario que los caballos sean ágiles y muy
rápidos.
Aunque al tratarse de una disciplina de
equipo se debe buscar más la combinación
de distintas capacidades en los binomios
que conformen el equipo ideal, es cierto
que si pensamos en una raza que aúne las
características comentadas, podríamos
concluir con certeza que el caballo Anglo-
árabe a priori aúna todas las característi-
cas necesarias para la práctica del Horse-
ball, si bien es cierto que necesitará la
doma adecuada que también permita al
jinete adaptarse a las necesidades del
juego (transiciones, piruetas, paso atrás,
cesiones, etc.).