T é C N I C A
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Tendones y alcances en talones.
una vez se ha calentado a la cuerda (10 minutos es su-
ficiente, no debemos “quemar” al caballo) ya puede ini-
ciarse el pase de la zona, sin barras o con una barra en el
suelo. Mejor al trote. No debemos precipitarnos. Todo el
tiempo que queramos ahorrarnos en el calentamiento lo
perderemos luego en la sesión.
Los primeros saltos, una cruzada y una o dos barras de
tranqueo, nos ayudarán a, por un lado, habituar al caba-
llo a pasar el obstáculo sin eludirlo, y seguir considerando
el paso habitual como el único posible, y al preparador le
servirá para determinar (dependiendo del tranco del ca-
ballo ante el salto) cuál es la distancia idónea para las
barras de tranqueo.
Distancias-alturas
Los trancos de los caballos ante el obstáculo suelen va-
riar poco, pero lo suficiente para que medio metro de di-
ferencia haga que un caballo salte bien o llegue demasia-
do lejos o cerca. No se trata de los trancos del caballo al
galope habitual, sino de la actitud que tenga ante el sal-
to. No es lo mismo un potro que llega tranquilo (hace
trancos generalmente más cortos) que aquél que “ataca”
el obstáculo.
En cuanto a las alturas y anchuras del obstáculo (los de
tranqueo con unos cavaleti o pequeña cruzada suelen ser
suficientes), dependerá de la edad y el objetivo. No es lo
mismo una presentación para venta que un concurso o
una aprobación de sementales.
En general un caballo de dos años puede pasar un obs-
táculo vertical de altura a 1,10 y con tres años 1,30. En
cuanto al fondo, 1,20 y 1,40, pueden ser valores orienta-
tivos pero depende mucho en este caso de los medios de
cada caballo. Es importante que los obstáculos estén bien
voleados y que la entrada tenga algún elemento (si el re-
glamento nos lo permite) que facilite el respeto (un ta-
blón blanco) del caballo. Si un caballo se va muy arriba
(se pincha) evitaremos poner un fondo muy amplio, y si
un caballo se “lanza” en exceso será conveniente aumen-
tar la bolea y armar la entrada además de intentar que
entre siempre a las barras de tranqueo al trote.
Procedimiento
El procedimiento por el que nosotros nos decantamos
es por el que consiste en llevar al caballo del diestro a
seis metros de la primera barra de tranqueo y soltarlo
(para ello emplearemos un ramal fino sin mosquetón y el
ayudante llevará siempre guantes), para luego recogerlo
(con ayuda de pienso o golosinas) una vez ha pasado el
obstáculo y ha realizado los trancos que le separan del fi-
nal del picadero. Es importante contar con dos auxiliares,
uno el que lo soltará y otro que lo recoge y se intercam-
bia el papel en cada secuencia, para que no se cansen en
exceso y provoquen accidentes (lo arrastre). El caballo
experto es difícil de retenerlo cuando se enfoca al obstá-
culo y hay que estar atento. De ahí la importancia de lle-
varlo con filete.
Tras pasar unos primeros saltos de calentamiento (como
hemos visto) se subirán las alturas progresivamente. Cuatro
saltos en vertical y tres en fondo son suficientes normal-
mente para la valoración, sea cual sea el objetivo (salvo
en entrenamiento), ya que todo lo que supere esta canti-
dad irá en detrimento de la calidad, expresividad y puede
acarrear el aburrimiento o desmoralización del caballo.
¿Qué se hace si un caballo se para?
Si el obstáculo es un vertical, no muy grande, se insisti-
Este salto convirtió a su protagonista,
“L’Arc de Trionphe”
, en el récord de las ventas FENCES de todos los
tiempos, 460.000 euros, y más tarde le valió también para ser uno de los sementales más cotizados de Francia.
Sencillo reparo fijo de pared que permite varias posiciones de las barras.
La posición de las “rodillas” es lo más interesante que se puede
observar, respecto a los miembros anteriores, en un salto en libertad.