<<<
33
Sebastián Mateu también incide en que “Badmin-
ton es el sueño al que todos aspiramos y por el que
nos enganchamos a este deporte. Todos los días
agradezco haberlo podido experimentar. Mi más sin-
cera enhorabuena a Carlos Díaz. Estoy seguro que no
lo olvidarás nunca”.
La preparación de “Junco CP” para esta cita tan im-
portante se trastocó debido a los temporales que es-
ta primavera arrasaban las playas del sur, donde Car-
los acostumbra a galopar a sus caballos para darles
fondo. En esta ocasión se hartó de dar vueltas a su
pista de Chiclana para que el Anglo-árabe castaño lle-
gara en plena forma a los prados de Badminton
House.
La misma climatología adversa persiguió el camión
de la cuadra Bongo, conducido por la amazona britá-
nica vecina de los Díaz en Chiclana, Kim Cabrera, y su
amigo Javier Acevedo. En esta ocasión Carlos no iba
en el camión, porque su hija mayor hacía la
Comunión, y los niños del poni club tenían concurso.
Ni Badminton debe entorpecer sus obligaciones del
día a día, familiar ni profesional.
El viaje fue Chiclana-Burgos-Poitiers-Chantilly (don-
de su amigo Lionel González siempre les atiende
magníficamente), y de allí a Calais, donde
obligatoriamente debían embarcar en el Ferry, ya que
el camión de Carlos no cumple los requisitos exigidos
para viajar por el túnel de la Mancha. No permitieron
que vehículos con animales cruzaran el Canal hasta
que amainara el temporal. Esto fue a las 5 A.M. del
martes.
Por fin, el martes el caballo podía dormir en las cua-
dras de esta casa de campo, con forma de castillo, de
Gloucestershire.
El martes volaba a Inglaterra Carlos Díaz y el miér-
coles descubría por fin -él no había visto nunca Bad-
minton- cómo era la extraordinaria finca de los du-
ques de Beaufort, donde incluso se han rodado pelí-
culas (“Lo que queda del día”, “Pearl Harbor”...). Su
primera impresión fue de “lo lejos que estaba todo”.
Aquello le parecía inmenso, y hasta que el jueves,
cuando les pusieron a disposición los cochecitos
eléctricos de golf, las distancias significaron un
auténtico suplicio.
Varias veces al día se daba un paseo por el recorri-
do de cross, analizando cuál sería el mejor trazado.
Acompañado de Kim algunas veces, y también, y gra-
cias a la intervención de ésta, hizo una inspección del
campo con el matrimonio formado por Tim y Jonelle
Price, que al final resultaría ganadora del Concurso.
En la prueba de Doma, que por sorteo le correspon-
dió el viernes, todo fue según lo esperado. Su puntua-
ción, convertida al antiguo sistema (en que los puntos
de doma tenían un 50% más de importancia), fue
muy similar a los mejores que había obtenido. La pri-
mera parada fue mal, porque el caballo no guardó la
inmovilidad requerida, pero “Junco CP” fue cada vez
mejor. “A veces no es así. Se va poniendo más nervio-
so, pero hoy el caballo ha ido subiendo y los jueces
lo han apreciado. Lástima que hemos fallado en un
cambio de galope. Pero el cómputo de la prueba es
correcto”.
El sábado era el gran día. Corría Carlos por la tarde,
lo que le dio ocasión de ver los veinte primeros parti-
cipantes para poder comprobar algunos fallos a evi-
tar, y además se revisó todas las ‘combinaciones’, al
efecto de memorizar trancos y trazados ideales para
su caballo. Tras una comida ligera, empezó a sentir el
jinete ganas de afrontar el gran reto. “No me sentía
nervioso. Lo que quería era empezar y superar la
prueba“. Por fin, el
starter
le dio la salida, pero el caba-