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rá transmisible? Preguntemos por sus hermanos, in-
daguemos también cuál ha sido la longevidad depor-
tiva de sus progenitores.
APTITUD
entenderemos por aptitudes las facultades que
muestre el individuo ante unos exámenes funcionales
concretos.
el orden en que estamos explicando el proceso de
selección de una yegua para convertirla en madre de
nuestros caballos no es aleatorio, y llegaremos a este
punto únicamente cuando hayamos superado los dos
anteriores. o lo que es lo mismo, ante un fracaso en
el examen de los dos apartados que preceden, no de-
bemos dar ya oportunidad a una yegua por extraordi-
narias que sean sus aptitudes.
existen en ocasiones, tantas por cierto -reconozco
que avergüenza seguir elaborando esta serie de con-
sejos-, en las que una yegua posee magníficas cuali-
dades no atribuibles a sus antecedentes genéticos y
además con una carencia de corrección morfológica
manifiesta. Pero se trata de casos espontáneos que
carecen de garantía a la hora de apostar por ellos. así
pues, como dijo eugenio D’ors al camarero, “los ex-
perimentos con gaseosa, joven”.
Un test de salto en libertad nos pondrá de manifies-
to cuál es su técnica, su reactividad, su decisión y su
fuerza. Una toma de pulsaciones y frecuencia respira-
toria antes y después del esfuerzo son importantes
para cualquier disciplina y fundamentales para las
pruebas de resistencia. Los aires, todos ellos, son bá-
sicos para la doma y el Concurso Completo de equi-
tación, y el galope lo es especialmente, lógico, para
las carreras y... para todo. ojo, criador, cuando com-
pras la que mejor se “mueve” al trote, porque la ma-
yor parte de su vida deportiva, la suya y la de sus hi-
jos, sea cual sea la disciplina, se la pasará galopando.
Fijémonos mucho en el equilibrio, en cómo emplea
los posteriores, su facilidad en cambiar de pie de for-
ma natural, la secuencia en que un casco se planta en
el suelo, las transiciones, la flexibilidad de miembros
y cuello... Una serie de valoraciones que por comple-
jas y porque deben ser vistas por ojos desinteresa-
dos, es mejor las realice un profesional en un concur-
so. La Prueba de Selección de reproductores que ca-
da año la asociación española de Criadores de Caba-
llos anglo-árabes realiza a los ejemplares de tres
años, es un buen momento para pasar este examen.
Buenos jueces y buen número de ejemplares en este
tipo de pruebas hacen progresar rápido una raza de
caballos. ¿Un juez verá y puntuará eficazmente en
cinco escasos minutos lo que nosotros no hemos si-
do capaces de ver en tres años de criador? Seamos
modestos, sí.
Una reflexión más personal todavía: si todas las ye-
guas pasaran esta voluntaria valoración, y los resulta-
dos se recogieran en un acta (como así es efectiva-
mente), y ésta la guardamos cerca del pasaporte, te-
niendo en cuenta que los mencionados jueces tam-
bién se encargan del examen morfológico, práctica-
mente tenemos el trabajo de selección hecho, revi-
sando ambos documentos con atención, y ya pode-
mos dedicarnos a comprobar, y preguntar, por su
cuarta cualidad, sus resultados en competición.
PALMARÉS DEPORTIVO
no todas las yeguas que se dedican a la cría deben
haber pasado necesariamente por la competición, lo
entiendo, y casi comparto, pero esto sería lo idóneo.
el factor humano influye mucho en el éxito deportivo
de un caballo, ya que jinete y propietario deciden cuál
será la carrera deportiva de una yegua. Les puedo
asegurar, sin embargo, que si de caballos de alto nivel
se trata, este efecto se minimiza, y actualmente mu-
chas prestigiosas yeguadas centroeuropeas única-
mente aceptan como reproductoras a yeguas -o hijas
de aquellas- que hayan competido a nivel internacio-
nal. ¿a condición
sine qua non
me refiero? Sí, así es
y por eso lo escribo, ahora que ya es tarde para mí pe-
ro quizá no tanto para usted.
Comprobar precozmente las cualidades de la producción
de una yegua, es de gran ayuda.
“Opgun Louvo” por
“Garitchou” por “Pancho II”.