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P R I MA R D ’ O R
- “Kefren des Martrettes” A-á, C, 1998, por “Roy de Vergoignan” AC.
- “Let’s Go Martrettes” A-á, H, 1999, por “Eclat de la Pierre” AC.
- “Papaye de la Colline” SFA, H, 2003, por “Sioux de Baugy” SFA.
- “R’wana d’Unick” SFA, H, 2005, por “Hostens de Bel” SFA.
“Jabato”
(ex “Jordy Biboulet 29,1%”) y
“Jocker du
Plape”
, ambos hijos de “Prima d’Or”, fueron importados de
Francia con tres años.
D. Luis Rivera, socio de AECCAá, vio un caballo en
carreras en Francia hijo de “Prima d’Or” que le encantó. Pidió a
su amigo, Jean Pierre Sol, comprar algún “Prima d’Or”, le pre-
sentó a los dos:
“Jocker du Plape” únicamente tuvo dos hijos (un A-á y
un CDE en Almería) antes de venderse a los Servicios de Cría
Caballar, dentro de los cuales ha pasado de forma inexplicable
prácticamente inadvertido.
“Jocker du Plape” (“Prima d’Or” y “Aurore du Plape” por
“Maalem”) solo dejó un potro, “Ejido” CDE (su madre es una
yegua Hispano-árabe). Es propiedad de Emilio Gutiérrez.
También tuvo una Anglo-árabe, “Enagua 17,7%” de la PSI
“Bayren”, que murió con un año de forma accidental.
“Jordi de Diboulet” (rebautizado “Jabato”) fue ganador de la medalla de oro infantil en el Campeonato de España de
Doma Vaquera celebrado en Paterna de la Rivera (Cádiz), con el hijo del propietario: “Jabato” lo castré enseguida y no dejó
descendencia, se domó y compitió en Doma Vaquera, en las categorías inferiores, pues siempre tuvo una salud delicada, co-
jeras, accidentes, etc., lo que le hacía estar mucho tiempo convaleciente y no soportaba una presión de entrenamiento duro”.
Emilio Gutiérrez comenta de “Ejido” (por “Jocker du Plape”) que
“en junio de 2002 adquirí un potro de 14 meses. Hoy tengo un
amigo desde hace 11 años. Luis Rivera, buen amigo, me advirtió de que “Ejido” era un potro con carácter. Pese a ello me dejé llevar por lo que veía. Luis
no se equivocó. Por aquel tiempo leí varios libros de doma natural y presencié a profesionales que utilizaban esta técnica. Decidí experimentar esta ‘ma-
gia’ con mi potro para desbravarlo. Yo no era un experto, a veces perdía la paciencia, y volvía a la doma tradicional. Esto me retrasaba aún más y perdía
la poca confianza que “Ejido” había depositado en mí, esto era lo peor de todo. Tenía que conseguir su confianza. Finalmente decidí que lo que realmente
tenía que hacer era disfrutar con mi caballo, lo que implicaba que él tampoco lo pasara mal, enseñarle el camino y darle el tiempo necesario para conse-
guir lo que me proponía. Entonces sucedió, la magia apareció y “Ejido” me seguía a cualquier sitio, me perseguía por la pista, se sentía bien conmigo. A
la voz y sin cuerda andaba, trotaba, galopaba y paraba en donde y cuando yo quería. Nos divertimos mucho. De esta forma, jugando, le puse la montura,
un filete y unas riendas largas. Poco después lo monté por primera vez... Diez meses más tarde los dos corríamos vacas y toros bravos en los encierros
que hacen en los pueblos de Castilla y León. Alguna liebre sin galgo también. Desde entonces, “Ejido” no ha hecho otra cosa que mejorar. Es apacible en
el trato, muy expresivo, está pendiente de ti en el trabajo y disfruta en los paseos cuando lo suelto a carear en una mancha verde mientras fumo un ciga-
rro. Físicamente es un gran caballo. Me gusta la doma vaquera y él hace todos los ejercicios de la disciplina con nota. Si alguno no lo hace mejor no es
por su culpa, es por la de su jinete que se despide”.
Hemos contado aquí, brevemente, la historia de “Prima d’Or”, un caballo admirado como deportista, algo denostado
como reproductor, pero sobre todo una vez más el caso de un semental que, habiendo nacido para correr, se ‘ganó la vida’
saltando. Lo mejor es que a ustedes, como a nosotros, no les parezca ésta una historia nada peculiar, ya que tratándose de
Anglo-árabes, la raza más polivalente sin duda, éste es un caso más. De ellos, de los que en España han defendido a la raza
en distintas disciplinas, les hablaremos en el próximo número.
“EJIDO” POR “JOCKER DE PLAPE”.
“MACHO D’HERRANET”.
“JABATO” Y “JOCKER” AL LLEGAR DE FRANCIA CON TRES AñOS.