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INTERNACIONALES DE COMPLETO EN ESPAÑA; QUERER ES PODER
Los responsables federativos no han hecho su trabajo en tiempo y forma, solicitando los concursos internacionales necesarios en el plazo que marca la Federación Ecuestre Internacional, FEI, a diferencia de los de las otras dos disciplinas olímpicas, Salto y Doma. La RFHE entiende que a esta fecha ya no es posible incluir pruebas en el calendario internacional.
El artículo 112 del Reglamento General FEI, establece la posibilidad de incorporar nuevos concursos, siempre y cuando no afecte a otros comités organizadores que tengan pruebas en esas mismas fechas, y que puedan poner en riesgo la participación. El Secretario General de la FEI, realiza esa consulta y aprueba la incorporación, apareciendo en el calendario con una señal (A) de “adittion”, como ocurre en muchas ocasiones, y concretamente con el único concurso previsto en España en este momento, solicitado por tanto, a través de la propia RFHE, fuera de plazo, y como ya ocurrió en el 2012, cuando se solicitaron y finalmente llevó a cabo AECCAá, dos internacionales de tres estrellas, CIC***, que tuvieron lugar en el Gran Hipódromo de Andalucía de Dos Hermanas, para intentar, a través del ránking, obtener plaza por parte de algún jinete español.
Lo anteriormente expuesto requeriría una redistribución presupuestaria que contemple, por una parte, todas las posibilidades de clasificación en los JJOO 2016, y por otra, que incluya una partida, aunque sea pequeña, para el fomento deportivo de los jóvenes y juveniles, inexistente lamentablemente hasta la fecha, como ocurre en las otras disciplinas olímpicas y también en Raid.
El Consejo Superior de Deportes tiene potestad como Organismo Superior del deporte para que la RFHE fije una cantidad que asegure el desarrollo de esta disciplina olímpica, como ocurre en otros países de nuestro entorno europeo, para su supervivencia.
No estamos dispuestos a que no se preste el debido apoyo y consideración a esta apasionante disciplina, que desde AECCAá seguiremos apoyándola en la medida de nuestras posibilidades. No podemos tirar por tierra la cantidad de trabajo, dedicación, ilusión y medios que hemos llevado a cabo. Es incomprensible esta actitud pasiva de quienes están ahí precisamente para trabajar en su favor y dando ejemplo.